Octubre Rosa: Link-Belt promociona ronda de conversación con mujeres que han derrotado el cáncer de mama

Octubre Rosa: Link-Belt promociona ronda de conversación con mujeres que han derrotado el cáncer de mama

Desde el 1997, el mes de octubre es marcado por la campaña hacia la concientización del diagnóstico precoz del cáncer de mama, el segundo tipo más frecuente entre las mujeres brasileñas. Apoyadora del movimiento, Link-Belt Latin America ha preparado una acción distinta para abordar el Octubre Rosa junto a todos nuestros colaboradores y asociados de la compañía.

En el 19 de octubre, a las 16:00, cuatro mujeres que derrotaran la enfermedad compartieron sus historias durante una ronda de conversación virtual junto al equipo de Link-Belt. Las ponentes fueran: Sayuri Nakazima (31 años), Raquel Ciampi (38 años), Natália Tamer (38 años) y Karen Maeda Ogawa (43 años).

La primera invitada a hablar fue Raquel, quién, por casualidad, descubrió al cáncer a los 35 años, cuando despertó durante la noche con un dolor agudo y picazón en una de las mamas y sintió el nódulo. “Los peores momentos fueron el descubrimiento del mal y la consulta pre-quimioterapia, cuando me hablaron de las reacciones que yo podría tener al tratamiento. Afortunadamente, no tuvo cualquier reacción además de la caída del pelo – lo que fue, inicialmente, aterrador, pero después terminó siendo liberador”, contó ella.

Raquel aprovechó el espacio para alertar a las participantes respecto al uso del anticonceptivo. “No tenía antecedentes de cáncer de mama en la familia y tampoco la mutación genética; de hecho, la principal hipótesis de los médicos es que la enfermedad puede haber sido causada por el uso extendido del anticonceptivo, ya que el tumor se alimenta de hormonas. Por eso, siempre recomiendo a que las mujeres consideren otros métodos contraceptivos”, dijo ella.

Vale recordar que lo recomendable es evaluar las mejores opciones junto al ginecólogo y hacer los exámenes de rutina para acompañar el uso de los remedios. Por fin, Raquel destacó que pasar por el tratamiento la enseño a ser más resiliente y mostró que “toda la enfermedad del cuerpo viene para curar el alma”.

A continuación, Sayuri Nakazima habló de su experiencia. “Mi mamá y abuela ya habían tenido cáncer de mama, entonces yo siempre supe de la posibilidad. Sin embargo, nunca pensé que eso efectivamente ocurriría conmigo, aún más que, yo tenía solamente 29 años”, recordó ella. Durante su charla, destaco que hacer exámenes de rutina y el autoexamen son esenciales hacia el diagnóstico precoz y la cura de la enfermedad. “Nosotras tenemos que conocer al nuestro cuerpo”, dijo ella.

Sayuri también contó que, antes de empezar el tratamiento quimioterápico, que podría afectar su fertilidad, ella decidió hacer la congelación de óvulos. “Logré hacer todo el procedimiento por el SUS, en un hospital de São Paulo que brinda atención gratuita a pacientes oncológicos. Es importante que las mujeres sepan que hay esa opción y que no necesitarán gastar con eso”, añadió ella.

Por su turno, Karen peleó contra la enfermedad por dos veces: a los 38 y a los 48 años, cuando tuvo una recidiva. “Siempre hizo el autoexamen, religiosamente, siete días después de la menstruación. Y, durante uno de ellos, en diciembre del 2015, que sentí un nódulo en la mama izquierda y descubrí el cáncer por primera vez. En aquella época, yo estaba tratando de quedarme embarazada”, dijo ella, que tuvo que someterse a una cirugía y a sesiones de quimioterapia.

En el 2019, cuando regresó la enfermedad, también fue a través del autoexamen que Karen lo detectó. Cómo el diagnóstico fue precoz, ella solo tuvo que someterse a la cirugía para extracción del tumor, no requiriendo volver a las sesiones de quimioterapia. “En las dos ocasiones, elegí seguir trabajando normalmente, para mantener a la mente ocupada y quitar el foco de la enfermedad”, complementó ella.

Tanto Karen cuanto Sayuri trabajan en Metso, en Sorocaba (SP), y destacaron que el apoyo y flexibilidad brindados por la compañía fueran esenciales a lo largo de todo el tratamiento.

La última invitada a hablar fue Natália, quién descubrió el cáncer de mama a los 32 años y, a los 34, tuvo metástasis (migración de las células cancerosas hacia otras partes del cuerpo). “Descubrí un nódulo en la mama en la ducha y quiso investigar. Cuando hizo el examen de ultrasonido y el médico me alertó que podría ser cáncer, se me cayó el mundo encima. Cómo no era un tumor pequeño, tuvo dos semanas para hacer la congelación de mis embriones y empezar el tratamiento”, contó ella.

A pesar del susto que acompañó al diagnóstico y de los momentos difíciles que ha pasado, ella recuerda que siempre tuvo confianza que lograría derrotar la enfermedad. Hoy en día, Natália recibe aplicaciones de quimioterapia a cada 21 días, pero cuenta que no se siente enferma. “El cáncer me ha enseñado que yo no controlo nada y que todo pasa. El tiempo se encarga de aliviar cualquier tipo de dolor”, concluyó ella.

Luego de haber derrotado el cáncer de mama, las cuatro mujeres siguen comprometidas en diseminar la información y sumar esfuerzos en el combate a la enfermedad. Raquel y Natália, por ejemplo, hacen parte de grupos que apoyan al Octubre Rosa, mientras que Sayuri y Karen hacen charlas en la compañía en donde trabajan y en otros sitios.

Sobre el cáncer de mama

Segundo el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) de Brasil, el cáncer de mama es un tumor maligno que ataca al tejido mamario. Él se desarrolla cuando ocurre un cambio en solamente algunos segmentos de las moléculas del ADN, provocando una multiplicación de células anormales que generan al quiste. A pesar de ser más común en mujeres, también puede atacar a los hombres.

Cuando diagnosticado precozmente, dicho tipo de cáncer presenta elevada probabilidad de cura. De ser así, la mamografía es considerada como el principal método para el rastreo de la enfermedad. Por lo tanto, recomendase que todas las mujeres con 40 años o más, con síntomas o no, haga anualmente el examen clínico de las mamas. Además, todas las mujeres entre los 50 y 69 años deben hacer una mamografía por lo menos a cada dos años.

El autoexamen de la mama también puede ser una importante herramienta para las mujeres de todas las edades. Vea, en la ilustración a la secuencia, como hacer el procedimiento en cuatro etapas:

  1. Después de la menstruación, y delante al espejo, mire a su mama. Mantenga los brazos hacia abajo y, después, colóqueselos por tras de la cabeza y también en la cintura. En esas tres posiciones, mire si hay alguna mancha distinta, enrojecimiento u otros cambios visibles.
  2. Luego de mirar a su mama en el espejo, en le duche, coloque uno de los brazos por tras de la cabeza y palpe los senos. Repita el movimiento en la otra mama.
  3. Haga movimientos en el sentido horario y contrario a las agujas del reloj, a la búsqueda de posibles nódulos.
  4. En la misma posición, chequee si alguna secreción sale de los pezones.

Crédito del imagen: Coração & Vida